Desde el campo de la Historia del arte también se asume -como ocurre en el arte poética- el análisis del tópico del furor divino, ahora centrado en la figura del artista; así lo refiere Julius Schlosser: “Al artista puede presentársele con facilidad su propia creación como si la idea perfecta presente en su espíritu saliera al mundo exterior, a la materia, y la informara; el furor divinus puede inclinarse a concebir esta naturaleza pensante como reflejo de un mundo superior, como algo misterioso y místico, al que la materia parece oponerse como algo ajeno, e incluso hostil, en especial bajo la influencia de aquel dualismo que divide el mundo ya en el pensamiento de la antigua Asia”.
De divino furore: el arrebato divino y la mística neoplatónica. El poeta
como priscus theologus en el pensamiento de Marsilio Ficino
Andrea Noel Paul