Según Baudelaire: "Las artes aspiran, si no a suplirse una a otra, por lo menos a prestarse recíprocamente fuerzas nuevas."
Es indudable que el sueño de la 'fusión de las artes' no ocupa ya, desde hace unos treinta años, la imaginación de nuestros contemporáneos; por otra parte, los representantes de las escuelas jóvenes han pactado más bien con los pintores que con los músicos.
Marcel Raymond, De Baudelaire al surrealismo, FCE, 2002, p. 19-44.