Una cadena de reenvíos intertextuales marca a estos dos cuadros a partir de una obra literaria que funciona como posible hipotexto de origen. Del relato pastoril de Sannazaro a la pintura de Tiziano, y de esta a la remake modernista de Manet, opera un poderoso flujo de contagios temáticos y estilísticos que signan los tres trabajos como deudores unos de otros, homenajes más o menos explícitos.
"Como una de las fuentes literarias para el Concierto campestre se ha identificado la novela pastoril Arcadia de Jacopo Sannazaro (hacia 1480), en la que se propagaba la tierra de pastores aclamada por los autores de la Antigüedad como un paisaje espiritual. Después de que Giovanni Boccaccio (1313-1375), en su Ninfale d'Ameto, hubiera introducido nuevamente Arcadia en la poesía, Sannazaro estilizó el territorio pastoril griego como una paisaje espiritual, en la dorada y melancólica neblina de la lejanía, sometiendo la belleza de la terra ferma veneciana a la temática antigua."
Norbert Wolf, Pintura paisajista, Taschen.