El siguiente poema de W. C. Williams establece un diálogo de ida y vuelta con el hipotexto pictórico de Brueghel; su famoso cuadro se deja ver en palimpsesto por sobre los versos del poema. La écfrasis, desarrollada a lo largo de las estrofas, vincula a un lenguaje expresivo con el otro, es decir, establece un puente entre el poema y el cuadro.
La parábola de los ciegos
Esta horrible y soberbia pintura
la parábola de los ciegos
sin un rojo
en la composición muestra a un grupo
de mendigos que se guían
uno al otro en diagonal hacia abajo
atravesando el lienzo
desde uno de los lados
hasta dar finalmente en una ciénaga
detrás de la cual el cuadro
y la composición terminan no hay
un solo vidente pintado
sino los rostros sucios
de los desvalidos
con sus pocas lamen-
tables posesiones
la palangana y la choza
y la aguja de una iglesia
los rostros se alzan
como hacia la luz no hay
detalle extraño
a la composición cada uno
sigue a los otros báculo en
mano triunfante hacia el desastre
Williams, 1962.
En La invención necesaria, U. Diego Portales, 2013.