En 1925, con motivo de la conmemoración del vigésimo aniversario del fallido golpe revolucionario de 1905, el gobierno soviético encargó al joven director Serguéi M. Eisenstein –quien había recogido un gran éxito con su primer largometraje La huelga– la realización de una película que recogiese los hechos. La idea inicial de Eisenstein al escribir el guión era filmar la sublevación de 1905, preludio de la revolución de 1917 , desde la guerra ruso-japonesa hasta el levantamiento contra el zar. El rodaje en Leningrado se vio interrumpido por contratiempos meteorológicos y el equipo se trasladó a la ciudad portuaria de Odessa, donde estaba previsto filmar algunas escenas de la película. Una vez allí, Eisenstein cambió de opinión y decidió centrar el guión entorno al motín del acorazado Potemkin.
El acorazado Potemkin de Sergei M. Eisenstein, 1925.