Encomio y retrato, comparación entre las artes y auto-reflexividad en Eikones de Luciano. Estudio de Brenda López Saiz, Universidad de Chile.
En este artículo, examinamos el diálogo Eikones (Los retratos) de Luciano de Samosata, a la luz de su inscripción en la tradición del encomio y uno de sus topoi, la comparación entre el poder de las artes visuales y el de la palabra para crear imágenes celebratorias, comparación que a su vez suele implicar una reflexión sobre las cualidades del propio poema o discurso. Considerando el contexto particular en que se sitúa Luciano, esto es, el de los autores de la llamada “Segunda Sofística” en el Imperio Romano durante el siglo II d. C., y algunas de las particularidades que caracterizan a su producción, planteamos que la configuración de un “retrato encomiástico” en este diálogo concede centralidad a la dimensión auto-reflexiva implicada en la tradición encomiástica. A partir de ella, por una parte se establece continuidad con la tradición clásica del encomio y la comparación entre las artes, inscribiendo al autor en la cultura griega clásica. Por otra, al mismo tiempo, el diálogo define una posición que se distancia de la tradición mimética propia del arte clásico, concibiendo la creación literaria como construcción discursiva cuyos referentes primordiales son intertextuales y culturales.
En este artículo, examinamos el diálogo Eikones (Los retratos) de Luciano de Samosata, a la luz de su inscripción en la tradición del encomio y uno de sus topoi, la comparación entre el poder de las artes visuales y el de la palabra para crear imágenes celebratorias, comparación que a su vez suele implicar una reflexión sobre las cualidades del propio poema o discurso. Considerando el contexto particular en que se sitúa Luciano, esto es, el de los autores de la llamada “Segunda Sofística” en el Imperio Romano durante el siglo II d. C., y algunas de las particularidades que caracterizan a su producción, planteamos que la configuración de un “retrato encomiástico” en este diálogo concede centralidad a la dimensión auto-reflexiva implicada en la tradición encomiástica. A partir de ella, por una parte se establece continuidad con la tradición clásica del encomio y la comparación entre las artes, inscribiendo al autor en la cultura griega clásica. Por otra, al mismo tiempo, el diálogo define una posición que se distancia de la tradición mimética propia del arte clásico, concibiendo la creación literaria como construcción discursiva cuyos referentes primordiales son intertextuales y culturales.
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