La utilización por parte del artista de su firma inscrita para dejar constancia de su presencia dentro de la obra y convertir el retrato en un documento no es invención de Saenredam. En el arte nórdico se remonta, al menos, hasta el retrato de los Arnolfini por Van Eyck. Van Eyck escribió "Johannes de eyck fuit hic" ("Jan van Eyck estuvo aquí") en la pared, en una delicada caligrafía, para dar fe de su presencia como testigo de boda de la pareja. Este célebre cuadro es único como documento matrimonial.
Svetlana Alpers, El arte de describir, 2016.
Detalles de "El matrimonio Arnolfini".