Como explican Klingsöhr-Leroy y Grosenick: "Ya durante su estancia en París, Magritte tuvo mucho interés en fundamentar teóricamente la relación entre la palabra, el cuadro y el objeto, y establecerla como tema del arte plástico." Etiquetando los objetos mediante epígrafes que desplazan el significado convencional del referente, problematiza la relación semiótica entre significante y objeto, entre las palabras y los entes del mundo real, ampliando las dimensiones icónicas y lingüísticas de las metáforas del arte. Así, en el cuadro "La llave de los sueños", la cartera es el cielo, la hoja la mesa, y solo a la esponja le corresponde su verdadera nominación. En estos trabajos, el tópico del ut pictura poesis actúa mediante una doble vía mimética y verbal, cuya relación se plantea en igualdad de condiciones, aunque los datos aportados por la imagen y la palabra sean divergentes, opuestos, en tensión significante.
René Magritte. Las palabras y las imágenes, 1929.
La traición de las imágenes (Esto no es una pipa), 1929.
La llave de los sueños, 1927.