Entre los muchos escritos del artista italiano -sobre máquinas, técnicas pictóricas, ingeniería, biología, fortificaciones y tecnología militar- Leonardo también escribió chistes. En sus "Cuadernos de arte, literatura y ciencia" (Colihue, 2011) se pueden leer varios de estos microrrelatos humorísticos. Aquí una pequeña muestra de este simpático género narrativo, una de las facetas menos conocidas del pintor renacentista:
Andaba un cura por su parroquia el sábado santo, dando, como es usual, el agua bendita de casa en casa. Llegó así a la morada de un pintor, y desparramó agua sobre una pintura suya. El pintor dióse vuelta algo enojado y preguntó por qué hacía semejante aspersión sobre sus pinturas. Entonces el cura dijo que tal era la costumbre y que así él debía hacer, y que hacía muy bien, y que quien bien hace debe esperar el bien y algo mejor, pues así había prometido Dios, que de todo bien que se hace en la Tierra, se tendría arriba por cada uno un ciento. Entonces el pintor esperó que el cura saliese, lo miró por encima desde la ventana y arrojó un enorme balde de agua encima de él, diciendo: "He aquí que de arriba te llega por cada uno un ciento, tal cual dijiste que ocurriría con el bien que me has hecho con tu agua santa, con la cual me has arruinado la mitad de mis pinturas".
Alguien quería probar mediante la autoridad de Pitágoras de qué modo otras veces había estado en el mundo, pero uno no le dejaba terminar su razonamiento, por lo que aquel dijo a este: "Y por señal de que he estado otras veces aquí, recuerdo que eras molinero". Entonces el así interpelado, sintiéndose picado por las palabras, le confirmó que era cierto y que por este indicio él recordaba que su interlocutor había sido el asno que le llevaba la harina.
Preguntóse a un pintor por qué había hecho figuras tan bellas, que eran cosas muertas, y por qué causa había hecho a sus hijos tan feos. Entonces respondió el pintor que había hecho las pinturas de día y los hijos de noche.
Díjose a alguien que se levantase de la cama porque ya se había levantado el sol, y él respondió: "Si yo tuviera que hacer tanto viaje y tantas cosas como él, también yo estaría levantado, pero, dado que es tan poco el camino que debo recorrer, no quiero levantarme todavía".