"Antes de que se publicara el Laocoonte de Lessing, otras obras habían reclamado ya una distinción precisa entre las artes, como el Paragone de Leonardo de Vinci y las Réflexions critiques sur la poésie et sur la peinture del abate J. B. Du Bos, escritas respectivamente hacia fines del siglo XV y a principios del XVIII. Sin embargo, a diferencia del Laocoonte y su alegato en favor de un estatuto autónomo de la poesía, en dichas obras se sostenía la inferioridad de esta última con respecto a la pintura." Estos contrapuntos teóricos entre las artes figurativas y la literatura -según refiere Ana Lía Gabrieloni- seguirán nuevos derroteros durante el Renacimiento y el surgimiento del Barroco. Para poner en contexto dichos debates, les dejamos aquí un documental sobre el arte renacentista.
Entre los artistas que asumen la escritura para pensar los modos de hacer de las llamadas Bellas Artes, están los tratados teóricos sobre arquitectura, pintura y escultura. Aquí presentamos un pequeño fragmento del famoso Tratado de pintura (1435) del arquitecto y teórico de la perspectiva L. B. Alberti , texto de obligada referencia para los sistemas pedagógicos del Renacimiento italiano. Trismegistus, un escritor de la antigüedad, pensaba que la pintura y la escultura nacieron al mismo tiempo que la religión, pues así le responde a Aesclepius: la humanidad representa a los dioses según su propia imagen a partir de sus recuerdos de la naturaleza y sus propios orígenes. ¿Quién será capaz de negar que en los asuntos tanto públicos como privados, profanos o religiosos, la pintura les ha proporcionado a todos ellos las partes más apreciadas de ella misma, de tal manera que nada ha sido tan estimado por los mortales? Se cuenta con registros acerca d...