En estas pequeñísimas viñetas, el poeta Oliverio Girondo hace crítica de arte utilizando la palabra como herramienta al servicio del humor y del análisis estilístico, aplicados tanto a las obras como a los artistas.
Si los pintores necesitaran, como Delacroix, asistir al degüello de 400 odaliscas para decidirse a tomar los pinceles... Si, por lo menos, sólo fuesen capaces de empuñarlos antes de asesinar a su idolatrada Mamá...
Aunque se alteren todas nuestras concepciones sobre la Vida y la Muerte, ha llegado el momento de denunciar la enorme superchería de las "Meninas" que -siendo las propias "Meninas" de carne y hueso- colgaron un letrerito donde se lee Velázquez, para que nadie descubriera el auténtico y secular milagro de su inmortalidad.
La "Olimpia" de Manet está enferma del "mal de Pott"! ¡Necesita aire de mar!... ¡Urge que Goya la examine!...
Todo el talento del "douannier" Rousseau estribó en la convicción con que, a los sesenta años, fue incapaz de prenderse a un biberón.
La disección de los ojos de Monet hubiera demostrado que Monet poseía ojos de mosca; ojos forzados por innumerables ojitos que distinguen con nitidez los más sutiles matices de un color pero que, siendo ojos autónomos, perciben esos matices independientemente, sin alcanzar una visión sintética de conjunto.
Es necesario procurarse una vestimenta de radiógrafo (que nos proteja del contacto demasiado brusco con lo sobrenatural), antes de aproximarnos a los rayos ultravioletas que iluminan los paisajes de Patinir.
Los cubistas cometieron el error de creer que una manzana era un tema menos literario y frugal que las nalgas de Madame Recamier.
Seurat compuso los más admirables escaparates de juguetería.
El silencio de los cuadros del Greco es un silencio ascético, maeterlinckiano, que alucina a los personajes del Greco, les desequilibra la boca, les extravía las pupilas, les diafaniza la nariz.
¡Sepamos consolarnos! Si las mujeres de Rubens pesaran 27 kilos menos, ya no podríamos extasiarnos ante los reflejos nacarados de sus carnes desnudas.
"La Maja Vestida" está más desnuda que la "maja desnuda".
Las telas de Velázquez respiran a pleno pulmón; tienen una buena tensión arterial, una temperatura normal y una reacción Wasserman negativa.
Lo que molesta más en Cézanne es la testarudez con que, delante de un queso, se empeña en repetir: "esto es un queso".
¿Las Vírgenes de Murillo? Como vírgenes, demasiado mujeres. Como mujeres, demasiado vírgenes.
El problema más grave que Goya resolvió al pintar sus tapices, fue el dosaje de azúcar; un terrón más y sólo hubieran podido usarse como tapas de bomboneras.
Jamás existirán caballos capaces de tirar un par de patadas que violenten, más rotundamente, las leyes de la perspectiva y posean, al mismo tiempo, un concepto más equilibrado de la composición, que el par de patadas que tiran los heroicos percherones de Paolo Uccello.
Nos aproximamos a los retratos del Greco con el propósito de sorprender las sanguijuelas en los repliegues de sus golillas.
En vez de recurrir al whisky, Turner se emborracha de crepúsculo.
Hasta la aparición de Rembrandt nadie sospechó que la luz alcanzaría la dramaticidad e inagotable variedad de conflictos de las tragedias shakesperianas.
Publicados originalmente en el periódico Martín Fierro.