Llamar descriptiva a una pintura no era habitual en la época, pues el término descripción se aplicaba normalmente a los textos. Desde la Antigüedad, el vocablo griego que significa "descripción", ekphrasis, se usaba para referirse a la evocación verbal de personas, lugares, edificios u obras de arte. Como recurso retórico, la ekphrasis se basaba en el poder de las palabras. Ese poder verbal fue el que los artistas del Renacimiento trataron de emular en pintura, en rivalidad con los poetas. Pero el sentido de la palabra descripción, cuando la emplean los geógrafos del Renacimiento, nada tiene que ver con el poder de persuasión de la palabra, sino con una forma de representación pictórica. Si volvemos ahora a Ptolomeo, tenemos que admitir que en su término grapho caben por igual la pintura y la escritura.
Svetlana Alpers, El arte de describir. El arte holandés en el siglo XVII. Ed. Ampersand.
Svetlana Alpers, El arte de describir. El arte holandés en el siglo XVII. Ed. Ampersand.
Países Bajos según el cartógrafo Johannes Janssonius, 1658.