La asunción de la escritura, las prácticas caligráficas y diseño de mapas en la Holanda del siglo XVII están en estrecho contacto con el arte pictórico. En muchas obras de Vermeer, por ejemplo, suelen aparecer grandes mapas haciendo de telón de fondo a la composición.
"El arte holandés, como los mapas, se sintió a gusto vinculándose con el grabado y la escritura. Los artistas holandeses no solo fueron a menudo grabadores acostumbrados a adaptar sus imágenes a la superficie de una página impresa (frecuentemente la de los libros) sino que también manejaron con facilidad inscripciones, cartelas e incluso caligrafía. Artistas y geógrafos tuvieron en común no solo su interés general por la descripción de la realidad, sino su específico interés por la escritura. Mercator y Hondius, entre otras figuras relacionadas con la cartografía, escribieron manuales de caligrafía, como hicieron algunos miembros de los círculos artísticos holandeses. (De hecho, el extraordinario detalle con que Mercator trata el corte de las plumas, la manera en que debe apoyarse la mano sobre la superficie y de la formación de las letras, analizada en seis movimientos, revela una atención a los aspectos gráficos tan grande como podríamos encontrarla en cualquier dibujante de la época.) Una de las circunstancias que hicieron esto posible fue que, a pesar de la revolución renacentista de la pintura, los cartógrafos y los artistas nórdicos siguieron concibiendo el cuadro como una superficie sobre la cual proyectar o transcribir la realidad, y no como un escenario para acciones humanas significativas."
Svetlana Alpers, El arte de describir. El arte holandés en el siglo XVII. Ed. Ampersand.
"El arte holandés, como los mapas, se sintió a gusto vinculándose con el grabado y la escritura. Los artistas holandeses no solo fueron a menudo grabadores acostumbrados a adaptar sus imágenes a la superficie de una página impresa (frecuentemente la de los libros) sino que también manejaron con facilidad inscripciones, cartelas e incluso caligrafía. Artistas y geógrafos tuvieron en común no solo su interés general por la descripción de la realidad, sino su específico interés por la escritura. Mercator y Hondius, entre otras figuras relacionadas con la cartografía, escribieron manuales de caligrafía, como hicieron algunos miembros de los círculos artísticos holandeses. (De hecho, el extraordinario detalle con que Mercator trata el corte de las plumas, la manera en que debe apoyarse la mano sobre la superficie y de la formación de las letras, analizada en seis movimientos, revela una atención a los aspectos gráficos tan grande como podríamos encontrarla en cualquier dibujante de la época.) Una de las circunstancias que hicieron esto posible fue que, a pesar de la revolución renacentista de la pintura, los cartógrafos y los artistas nórdicos siguieron concibiendo el cuadro como una superficie sobre la cual proyectar o transcribir la realidad, y no como un escenario para acciones humanas significativas."
Svetlana Alpers, El arte de describir. El arte holandés en el siglo XVII. Ed. Ampersand.