Las primeras palabras de esta novela de Longo, autor griego del siglo II, nos sitúan frente a unas imágenes pintadas que refieren una historia de amor, claro ejemplo del tópico latino "ut pictura poesis".
En la isla de Lesbos, cazando en un bosque consagrado a las Ninfas, vi la cosa más bella que jamás había contemplado: imágenes pintadas, una historia de amor. El soto era hermoso, lleno de flores y de árboles espesos; una fresca fuente alimentaba los árboles y las flores; pero la pintura era lo más atrayente de todo: un asunto de amor ejecutado por un artista genial. Así es que muchos extranjeros que habían oído hablar de ello, acudían devotos de las Ninfas y curiosos de contemplar esta pintura. Se veían allí mujeres de parto, otras que envolvían en pañales a los niños, pequeñuelos expuestos a merced de la fortuna; cabras y ovejas que les daban de mamar; pastores que les cuidaban, jóvenes unidos por amor; piratas en el mar, enemigos en la tierra, mezclados con otras muchas cosas, todas de amor. Las contemplaba con tanto gusto, y las encontraba tan bellas, que sentí el deseo de escribirlas. Busqué, pues, a alguien que me explicara bien cuadro tan bello, del cual compuse estos cuatro libros que como una ofrenda dedico al Amor, a las Ninfas y a Pan...
Premia editora, México, 1978.
Dafnis y Cloe. Louise Marie-Jeanne Hersent-Mauduit. Siglo XIX.